9.3.09
Mares
Con la brisa de las olas más pequeñas
Con el sabor agrio de tu labios
Camino hacia tu costa sobre la pálida imagen del desierto
La desolación de las ánimas
La fuerza del viento me derrota y pierdo contacto
A veces soy el fuego dentro de una batería
A veces soy el mar.
Frío entre tus ojos.
Me mojo con tus sienes.
Me clavo en el destello del sol.
Y mis sueños toman sabor
Dulces entres tus manos que me deshacen
Que me olvidan dormido sobre los restos de sal.
La espuma que no quiere sumergirse en el reflejo de la luna
Y yo aún deseo tus océanos.
Tus mares de celos.
9.2.09
Amanecer / Atarceder
Alguna vez viste atardecer?
Ver amanecer y ver atardecer son esos placeres gratuitos que te da la vida
Solo hay que estar en el lugar indicado, a la hora indicada
Las veo como perfectas metáforas de nuestro paso por este mundo
Es que un día en la vida es la síntesis de toda nuestra vida
El nacimiento....un precioso amanecer en el medio de un campo verde, lleno de árboles y un arroyo manso que fluye perfumado, escondiendo misterios y fotos de ser amado
Fresco atardecer, tallado en la arena, con los últimos rayos iluminando el mar, como una ruta infinita hacia el cielo, que junta olas y rosas y nos deja cenizas de gloria
No se discute un amanecer.
Ver tu cuerpo desnudo al lado mío
Ser tu piel, tu sueño, tu lamento
Ser tu caricia, tu voz, tu beso
No se discute un atardecer
Es la ambigüedad de haber sido y lo que será
Es poder, es verdad, es beber
Es un llanto, una risa, es volver
El deseo de un próximo amanecer,
inquieta mi mente, mi sangre, mi ley
Cuando llegue el nuevo atardecer,
Verás la luna gimiendo de placer
Cuando veas un nuevo amanecer
se fugan las estrellas....y nada mas después
Cuando veas un nuevo atardecer
será una despedida, un instante... y nada mas después
5.1.09
Guitarra
Mi guitarra ya no suena más.
Ha acudido al silencio como síntoma.
Ella me dice que ya no quiere más a las canciones.
Dice que en realidad no hay más canciones.
Ya no son para “mi”.
Ya nadie las quiere cantar.
Nadie las quiere leer.
Nadie las quiere tocar.
Entonces no sueno más.
Tal discurso me tomó por sorpresa, yo quería tocar mis canciones. Mis propias ideas, tenía ganas de cantar la vida.
Pero una huelga de cuerdas me lo impedía.
La limpié con la mejor cera, la franela más suave y dándole pequeñas caricias a su cuerpo, pero nada.
Estaba negada a su destino.
Cuando ya me daba por vencido y la estaba por guardar, como si no quisiera se disparó la primer cuerda y atrás de ella todas las demás.
Y como si no quisiera empezaron a sonar en forma de canción.
No hubo manera de callarla.
Aún hoy sigue sonando.
Canta sin para como lo que es... un guitarra.