Cenizas

El mito era el mismo.
Noche tras noche.
Una unión de almas. Inocentes. Culpables.
Fundidas en un mismo ritual.
Caras conocidas y desenfrenadas que compartían solo eso, pero mucho más.
Las luces y los sonidos fueron matices perfectos.
La adrenalina. La emoción.
Y de repente stop.
Una imagen. Un segundo. Rojo. Fuego.
Solo oscuridad. Ciegos en el infierno.
El humo se trepó en el espacio.
El ardor de las lágrimas.
El silencio de los gritos.
La mente estalla de sentidos.
Las sensaciones superan la razón y en un instante se dispara.
Una carrera desesperada hacia la luz. La vida.
Miles de caras.
Espejos desconocidos buscando lo mismo.
Esperanza. Aire.
Al final del camino… cadenas. Muerte.
Almas silenciadas ante lo increíble. El ser humano.
El hombre. Inhumano. Irracional.
Aún con vida el silencio permanece junto al dolor impregnado en el cuerpo.
Las cenizas serán los huesos del futuro.
La censura hará su parte. La ambición otra.
Pero callar no es bueno.
El dolor no era parte del ritual.
Ahora será eterno.
Más venganza pero no justicia.
La furia ha callado.
Hasta un nuevo ritual.